24 de marzo de 2014

Últimamente ando contrariado. Hay un concepto que no termina de encajar en mi cuadriculada mente. Y eso que yo soy el primero que me acuso de ser un consumista y un todo a la moda en este mundo de locura.
Me sorprendo no solo deseando sino comprando nuevo material para esquiar,  para correr y para montar en bici,aunque realmente no lo necesite.
 Claro está yo me lo justifico con lo de "hay que darse una alegría de vez en cuando" pero me está preocupando perder el verdadero placer de hacer deporte independientemente de si mis botas de esquiar  Atomic tienen 7 años y si mis fijaciones Head ya no son de las mejores del Mercado, y no digamos si tengo que fardar con mis nuevas zapatillas minimalistas Merrell, una locura de ligereza.

Parece que ya no se puede salir a correr si no controlas por GPS el ritmo al que vas ni llevas la última generación de Garmin- pero cuidado no lleves un Dakotín por que te dirán que es una Mierda- "tienes que pillarte uno de 500 pavos", Tampoco parece posible  ser triatleta sin ir cargado de artilugios hasta para entrenar en la piscina- y yo lo vivo a diario-.
Incluso se mira raro en la salidad de una marcha ciclista si se presenta alguien con una bici de gama muy baja.
Me preocupa para los que llevamos mucho tiempo en el deporte demos la sensación de que para empezar a correr tengas que gastarte miles de euros.
También es cierto que muchas veces la industria deportiva monta un negocio que acaba confundiendo al consumidor, como es el caso del diametro de rueda de las bici de montaña.
La mayor parte de la gente no tine ni idea de por qué debe cambiar su bici de 26" de toda la vida por una de 29" o para tocar los güevos más todavía por una recien llegada de 27,5".
Para liarlo todavía un poco más, tienes que subir las fotos volando al facebook para que la gente sepa lo que acabas de hacer " Si no está en Facebook no ha pasado.Y es que no entiendo por qué a Facebook, Twitter,Tuenty,y su puta madre... se les llama redes sociales, o servicios de red social (siendo puristas o wikipédicos).

Por que últimamente el deporte y Facebook están íntimamente ligadas, y sus creadores nos venden su estrategia de negocio tipo system lock-in, como una plataforma de punto de encuentro imprescindible en la era 2.0. El paradigma de la sociabilidad 2.0. Si no estás en Facebook es como si no existieras. 


Pero, yo me pregunto, qué es lo que realmente aportan al deporte todas estas redes sociales? son verdaderamente sociales?

Con todos mis respetos, al deporte creo que no le aportan nada y que lejos de ser sociales, son antisociales. Paradójicamente, cuando te registras en Facebook pasas a existir en la realidad cibernética 2.0, para dejar de existir en la realidad atómica. De forma que estas plataformas nos empujan a desprendernos de nuestras vidas epidérmicas para, de un modo antisocial, y como hiciera Tron, convertirnos en bytes que navegan sin límite, entre pistas de cobre, transistores, resistencias y memorias, transformados en avatares, desarrollando nuestra vida social cibernética. 

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