21 de octubre de 2013

L´Alpe D Huez o mejor me quedo en mi casa......



Es preocupante que últimamente a la gente le dé por saltarse escalones intermedios a la hora de practicar cualquier deporte. Algo que viene a colación tras los últimos hechos acontecidos el pasado Domingo donde un ciclista fallecía tras sufrir un infarto. Cada vez es más habitual el paso directo de un principiante a super deportista. Hablas con el amigo de turno que hace un tiempo que no veías y que no hacía nada de deporte y de golpe y porrazo ha pasado a preparar un Ironman con un bagaje de un par de triatlones sprint y dos saliditas por el parque de Gasset con su bici nueva.
Parece que ya no se puede ser un gran cicloturista si no haces la Quebrantahuesos,ni corredor si no has hecho una prueba de ultrafondo de montaña,o casi si no tienes tatuado el logo del Ironman en el brazo no puedes ser triatleta,si no me preparo la subida al Alpe D´huez mejor me quedo en el sofá de casa haciendo surf.
Evidentemente estos retos que preparamos son apasionantes,y son desafíos que siempre recordarás, pero creo que no hay que perderse lo que son las etapas intermedias y sobre todo sabiendo seguro lo que estás en condiciones de afrontar, mirando además de por tu preparación por tu salud. No olvidemos la parte más importante.. nuestra vida,saber si nuestro corazón,nuestros pulmones o nuestra musculatura está en disposición de rendir ante esos eventos.Puestos a elegir,creo que es muy necesario que aquel que esté dispuesto a dedicar tiempo al deporte de forma seria, contemple en realizarse una prueba de esfuerzo en cualquier centro de rdto deportivo o por medio de un cardiólogo.
Estos grandes retos tienen un alto coste personal y en demasiadas ocasiones los deportistas perdemos el Norte y también el rumbo y convertimos el deporte en el punto sobre el que gira nuestra vida,y además pretendemos que el de nuestra familia.La obsesión de bajar una marca o preparar una marcha cicloturista puede acabar con nuestra salud,vida o en el mejor de los casos amenaza con acabar con nuestra relación familiar.
No solo es cuestión de llegar a la meta sino de valorar si realmente merece la pena lo que dejas atrás.
La conclusión:Los ciclistas y deportistas populares tenemos que buscar el equilibrio para ir llegando gradualmente a los grandes retos,sin dejar de tener una vida en la que el deporte juegue su papel,pero que no sea lo único, intentemos buscar y madurar como deportistas para acumular experiencias y tener nuestro cuerpo y nuestra mente en forma.


16 de octubre de 2013

Si te apasiona viajar, montar en bici, la fotografía, la naturaleza y que el reloj se detenga, casi estoy seguro que esta es tu página... Entra y disfruta....   





 ¿Para que viajas en bici?.-

¿Que es un viaje en bici?-Es un descanso, (un paréntesis) de las labores habituales.Algo así. Un paseo, una escapada, un balneario dónde desconectarse. A estas alturas del año, los más afortunados siguen viajando en bici y otros claro está, inspirados por la diosa fortuna seguimos a verlas venir, mientras nos recuperamos de lesiones.
Todo esto, no obstante, hace que pueda expresar mi propia filosofía respecto a la bici -a mi lo que "más me importa de todo viaje en bici ,no es el viaje en sí, es el recuerdo de ese viaje, es la experiencia de todo lo que me sucede".

El viaje en bici es donde se unen mis ilusiones, donde se junta, con toda la fuerza posible, la visión que uno tiene de Pamplona, de Florencia o de Villalpando, con la perspectiva que el propio lugar tiene de sí mismo. Es ahí dónde chocan las dos visiones, enfrente de la Torre Eiffel o en la Panadería de la "Tita Juani" en Aranda de Duero. A veces ese choque produce placer: "es mejor de lo que esperaba" " es distinto pero es igual de fabuloso" y también una lata o una desilusión, lo que se dice una verdadera trampa de "turistas".

Mientras más ilusiones tienes y lleves, más posibilidades tienes de decepcionarte.

Por eso es mejor viajar sin estar preparado, de improviso, sin tanto plan. Puestas así las cosas, a mi me dan ganas siempre de perderme, y en el camino encontrarme con algo nuevo, ese es el premio, a mi me encanta viajar solo, conmigo mismo, me he tenido que reinventar a la hora de salir en bici en mi lugar de trabajo; lo de viajar en bici con peñas, con grupos, con tour operadores, con amigos o con pareja, es absurdo.Tener que aguantar a los del interés te quiero Andrés,  hipocritillas, convenidos y demás monsergas es algo que a día de hoy no me apetece demasiado.


Aquellos que viajan con trozos de su casa a cuestas no están viajando, se están desplazando-otra cosa diferente a los viajes son las salidas de fin de semana con tu grupo de amig@s, evidentemente estas si son necesarias  -al final somos seres sociales.


Ojo,  y no es que odie a los alforjeros ni a los grupos que hacen turismo a pedal "los bici turistas". Para nada.  Y además puedo decir con orgullo que tengo gente a la que aprecio muchísimo y que su vida gira siempre en torno a estos preparativos y viajes.


Pero tengo claro que viajar en "bici acompañado" es la fórmula perfecta para hablar mucho sobre el pasado y no acceder a la cultura local ni a uno mismo.


Y si hay algo que me sobra es gente a mi alrededor todos los días del año. Me niego a ir a un destino con la misión de descubrirlo, es algo que no se puede hacer. Prefiero descubrirme a mi mismo y no morir en el intento. Punto. Ser un alma solitaria tiene sus ventajas;  Nadie se enfada contigo ni tú con el,  a nadie irritas,  ni nadie te irrita, ni te llevas algún que otro corte, es cierto que las almas humanas son cada vez más egoístas.


Poder desayunar, almorzar, parar donde te apetezca, dormir la siesta, vivir todos esos días sin conocer lo que pasa en el mundo, esto es lo divertido, es algo distinto, y tan diferente..., no disponer de Whattsapp, pernoctar sin correo, no utilizar móvil, nada que te colapse el devenir de ese viaje, solos tú con tu bici y tu mente...


Al final es probable que aquellos que no viajan en bici no es por un problema de dinero sino de falta de energía y amplitud de criterio -(El trabajo si que me cohibe). Aquellos que no viajan en bici están aislados o tienen mucho miedo. Aquellos que no se atreven a viajar en bici sólo tienen temor de sí mismos. En definitiva,  poder viajar en bici te hace abrir los ojos y te permite ver lo que no ves cuando estás en casa.








 En construcción..

    
La gente que viaja en bicicleta se convierte en mejor gente, más abierta, atenta y gentil, por muy hijo de puta... que uno pueda llegar a ser.

Por eso las mejores ideas surgen cuando se está a pedales en movimiento, y es más,  me atrevo a decir que cuando peor sea el viaje mejor será tu historia, lo que uno se guarda de esa aventura.


Viajar en bici se parece un poco a vivir,  y también se parece a enamorarse, si uno no echa de menos el sitio donde estuvo, en el fondo es que no alcanzaste a estar allí. Todo buen viaje en bicicleta te lleva lejos de tí y te deposita en medio de un lugar desconocido que te aterra, te sorprende, y una vez calmado comienzas a sentirte como si estuvieras en tu casa.


Es aquí verdaderamente el lugar dónde se originan todas mis ideas en lo que concierne a reflexionar sobre la bici, la vida, la filosofía, la naturaleza...


La idea del equilibrio entre las fuerzas de la Naturaleza y la armonización de los seres vivos es lo que mueve nuestro mundo. Su fundamento, es la creencia en la dualidad existente en todas las cosas, reconocida como Energía Activa y Energía Pasiva. El Sol, la luna, los bosques, los ríos, las montaña, la nieve,  El Amor por la Naturaleza,  El culto a la Tierra y a la Vida,  y la relación de reciprocidad entre “dar y recibir”,  pero no en el pusilánime,  temeroso e ingenuo sentido de las religiones bíblicas,  sino en la consciencia de que la madre Naturaleza nos da TODO y que debemos darle algo a cambio.  Hoy en día puede que ya no sean sacrificios de sangre,  pero sí ofrendas materiales o simbólicas,  dedicación,  compromiso y sobre todo CONSCIENCIA de ella y de lo que le debemos. 





Continuará.....