Haciendo Amistades

La eterna hipocresía de nuestro mundo.
En los bancos y comercios de esta España nuestra a la gente le importa un pito que alguien entre con una coliflor bajo el brazo,vestido de torero,con mantilla y peineta o con un perro, o soltando por la boca como un papagayo las últimas canciones que le enseñó mi  prima "La Nati", puedes llevar también de la mano a la mona Cheetah con jersey a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe amonestaciones.
Para una bicicleta, entre de conducta modesta y muy dócil, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen sin piedad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en absolutamente todos los países de esta tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan: “y perros”, lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de inferioridad. 
Un gato, una leona, un caracol, pueden en principio entrar en Bankia, Zara ,McDonalds ,sin que a nadie le pueda ocasionar más que sorpresa, basta con una orden al encargado de turno para que arroje a los susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder, pero no es humillante, primero porque sólo constituye una posibilidad entre muchas, y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorables que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.
Pobres ciclistas, pobres bicicletas.....   
Puta hipocresía......





 Continuará.-

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